Un recuerdo de algo familiar que, al mismo tiempo, resulta nuevo. La complejidad y la fuerza de una sinfonía provoca interminables interpretaciones a medida que las notas polifónicas reverberan al unísono.

Al igual que un crescendo musical, la naranja amarga y el anís vibran con cítricos y especias calmantes, elevándose por encima de la cálida armonía de las notas de corazón de cera de abeja, jengibre y clavo. Las notas de fondo con textura de salvado y madera de cedro causa una impresión duradera que no se olvida fácilmente. Symphonique, que evoca recuerdos antiguos de noches de invierno en casa, se eleva y evoluciona con el paso del tiempo. Amaderado, especiado y pulverulento: una melodía olfativa en constante evolución.